Entrenar la empatía
Recientemente me he puesto manos a la obra en una tarea terriblemente costosa para mi y a la larga muy gratificante.
Hasta hace poco despreciaba las emociones humanas, incluida las mias. He empezado a aprender como se consigue que gente que te rodea se sienta más querida. Tanto en el plano personal, como en el familiar y en el laboral.
Ahora presto más atención a los momentos en los que siento que alguien se preocupa por mi, a no ser una persona tan fria por fuera y tan preocupada por los demás por dentro porque eso lleva al desastre y a que nos sintamos continuamente incomprendidos.
Cada vez valoro más los sentimientos, sean buenos o malos. Mi enfoque hasta ahora había sido el de intentar controlarlos e incluso reprimirlos mediante el uso de la razón (si, soy ingeniero). Y me refiero a intentar controlar tanto los mios como los de las personas a las que más quiero (si, también soy Leo). Luchando hasta la extenuación por hacerles ver que su forma de actuar no era la “racionalmente correcta”. Algo totalmente agotador e infructuoso.
La realidad es otra, las emociones necesitan un margen holgado y estar en equilibrio con la razón. Y precisamente, las emociones de las personas a las que más queremos (incluidos nosotros mismos) son las que deben tener más comprensión en una primera instancia y en una segunda, una vez que han dado paso a la razón, análisis cuidadoso y flexible.
Lo único que tengo claro es que todavía me queda un largo camino por recorrer y que no estoy solo.
nujki said,
noviembre 26, 2009 a 1:54 pm
No, no estás solo, Leo ingeniero.
Parras Barras said,
diciembre 2, 2009 a 12:58 am
Mientras tengas la PlayStation y el juego de los Hellgast no estaras solo bro.